La tormenta geomagnética más fuerte en una década

La tormenta geomagnética más fuerte en una década

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha confirmado que la región AR3664 ha generado la tormenta geomagnética más intensa de los últimos diez años. Clasificado como un evento X8.7, este fenómeno resalta por su rareza y magnitud. En la escala de actividad solar, el prefijo X indica los eventos más intensos, mientras que el número posterior representa la fuerza específica de la llamarada.

Implicaciones para la Ionosfera

Las autoridades mexicanas han señalado que se esperan afectaciones en la ionosfera sobre el país. Estas perturbaciones pueden influir en las comunicaciones por radio y los sistemas de navegación GPS, esenciales para la aviación y otros servicios críticos. La ionosfera, una capa de la atmósfera terrestre, es particularmente sensible a este tipo de actividad solar, lo que puede resultar en alteraciones significativas.

Actividad Continua en la Región AR3664

La reciente erupción demuestra que la actividad en la región de manchas solares 3664 no ha cesado. Esta área, notable por ser 17 veces más grande que la Tierra, sigue siendo una fuente significativa de actividad solar. Las manchas solares son áreas más frías y oscuras en la superficie del Sol, formadas por campos magnéticos intensos que impiden que el calor alcance la superficie solar.

¿Qué Son las Manchas Solares?

Según la NASA, las manchas solares son regiones donde los campos magnéticos son tan fuertes que bloquean parcialmente el calor del Sol. Estas manchas aparecen más oscuras porque son más frías que las áreas circundantes del Sol. Su tamaño y actividad pueden variar, pero regiones tan grandes como la AR3664 son excepcionales y su actividad puede tener efectos considerables en la Tierra.

Monitoreo y Prevención

Las autoridades y científicos continuarán monitoreando esta región activa para predecir futuras llamaradas y minimizar los posibles impactos en la Tierra. La cooperación internacional entre organismos como la UNAM y la NOAA es crucial para mantener a los sistemas de comunicación y navegación preparados frente a estas perturbaciones solares.

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